Una vez finalizada la encuesta de las últimas semanas sobre la pregunta “¿Existe el afeitado en la Fiesta?”, la respuesta que ha obtenido un mayor número de votos (63%) ha resultado ser un claro SI. En cambio, el NO aparece en menor proporción (5%).
Los resultados obtenidos se encuentran a la vista de cualquier aficionado que se mueva, que se interese, que sea amante de la fiesta. Efectivamente, el afeitado existe. Existe y no sólo en festivales. Los barberos también están presente en ferias de mayor repercusión. Y sí, por supuesto, esto es un fraude.
El afeitado es una manipulación del toro que impide que éste salga íntegro a la plaza. No se trata de una operación fácil, pues se trabaja con un animal bravo, y por ello el afeitado de un toro es una operación que requiere el empleo de personal especializado y de herramientas válidas para cometer el delito.
Imaginemos lo que esto supone para el toro. Sencillamente, se toca al toro. Se le molesta. Se le mete en el mueco. Se le tapa la vista. Ruidos, voces. Es como robarle su identidad, por supuesto en un acto cobarde por quienes lo practican y por quienes lo exigen.
Evidentemente, los enemigos están dentro de casa. Claro que están dentro de casa. Ellos podrían cargarse la Fiesta en un minuto. En este sentido, son unos maltratadores de animales. Estos tipos de ganaderos, que permite que sus toros no salgan íntegros a la plaza, son unos maltratadores de animales. Y “manda huevos” que la fiesta esté pendiente de un hilo, y jueguen con fuego. El caso es que no se quemarán ellos solos. También se quemarán el resto de ganaderos honrados, toreros valientes y aficionados auténticos.
La imagen del blog que encabeza esta sección muestra el mismo pitón de un mismo toro. El toro iba destinado a ser lidiado en una plaza de segunda categoría. Y se lidió. Juzguen ustedes mismos.
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