Todos conocemos de sobra, y a estas alturas, que los hierros toristas no pasan por un buen momento en la ganadería de bravo. Cada día se ven menos corridas toristas en las principales Ferias de España, donde el 80-90% son carteles en las que predomina el toro moderno. Toro moderno, llamémoslo así.
Ante esta situación, los ganaderos de antaño, los ganaderos de BRAVO, los ganaderos que vieron triunfar sus toros en las principales Ferias de España en los años 50, 60 y 70 poco pueden hacer. Por llamarlo de otro modo, poco pueden ofrecer.
Personalmente, duro fue el golpe al conocer la noticia de lo de Bucaré. Queda el consuelo de que los santacolomas de la familia Buendía siguen criándose, y por suerte siguen embistiendo, aunque ya no en la mítica finca sevillana de Alcalá de Guadaira.
Desde aquél día, los aficionados toristas, los que amamos ese animal que a otros “aficionados” no les dice nada, los que nos emocionamos sólo con la bella estampa de algunos ejemplares, a los que el pelo cárdeno nos dice mucho más que una simple capa cromática, pudimos presentir que esto iba en serio. La cosa se ponía fea, e iba a ponerse más seria todavía. Si la familia Buendía se deshace de su ganadería, iban a ser más ganaderos de BRAVO los que probablemente se vieran perjudicados por la situación actual de la Fiesta.
Efectivamente. Un año después de aquello, otro duro golpe aparece al panorama torista nacional, esta vez desde el campo charro. Una de sus ganaderías más emblemáticas, la de Herederos de D. Alfonso Sanchez Fabrés, se enfrenta a sus últimos días, tras más de 70 años ofreciendo el verdadero toro BRAVO, y que desgraciadamente es tan difícil de ver hoy en día.
La importancia histórica de este hierro, unido al escaso número de reses de encaste “Coquilla” que todavía perviven en el campo bravo español suponen una pérdida irreparable para la cabaña brava, aunque muchos no lo sepan ni lo quieran saber. Con la pérdida de esta ganadería se nos va un pedazo importantísimo de la historia de la tauromaquia en España. Se nos va un toro que todavía tiene su club de fans entre los aficionados. Se nos van millones de ilusiones, de recuerdos. Se nos van toneladas de esperanza. Se nos escapa un trozo de afición sin poder hacer nada por impedirlo. Para algunos, se nos ha ido un modo de entender la embestida de un toro. Esa embestida encendida, apasionante, que hace que tu corazón llegue al epicentro de la Fiesta.
No es justo este final para una ganadería de BRAVO por excelencia como es la de Sanchez-Fabrés. La pregunta ahora mismo es a dónde vamos a llegar. Cuál va a ser la siguiente ganadería de corte torista que se va a ver arrastrada por el toro moderno. Ya en su día, el ganadero Juan Sanchez Fabrés declaraba que “el toro de Coquilla, ante la moda actual, tiene por fuera poco que decir”.
¿Culpables, responsables? No lo sé, ni soy quién para decirlo. Pero hay algo que es evidente. Llegará el día en que todos se darán cuenta del daño irreparable que esto nos supone. Cuando digo todos, me refiero a todos los que formamos parte en el árbol de Navidad: Toreros, ganaderos, empresarios, apoderados, veedores, mayorales, veterinarios y aficionados. Hasta los culpables tomarán nota y serán conscientes de lo que esto supone.
Otra papeleta difícil de asumir es lo de Atanasio Fernández. La que fuera ganadería predilecta de las figuras entre los años 60 y 80 acaba sus últimos días en un cobarde matadero para toros mansos. Esta ganadería ha sido la madre, el tronco, la fuente de la que han bebido otras muchas ganaderías. Una de las ramas del encaste Parladé-Tamarón-Conde de la Corte desaparece del mapa como si nada.
Al parecer no existe solución. Lo único que está a nuestro alcance es poder expresar nuestra tristeza, y mostrar que existe un amplio sector de los aficionados que siguen siendo partidarios de la Fiesta auténtica, la de verdad, la que no se deja llevar por las imposiciones de las modas y por los intereses de unos cuantos.
Siempre nos quedará el recuerdo. Y los Coquilla de Sanchez Fabrés y los Atanasio Fernández seguirán embistiendo en los corazones de cada uno de los que sentimos esta irreparable pérdida.
.Invitamos a aficionados, críticos taurinos, empresarios, ganaderos, mozos de espada, o cualesquiera otros a que mandéis un mensaje de apoyo antes del miércoles a nuestro email
contact@camposyruedos.com
Se los remitiremos al ganadero."
Benjamín Torres Górriz