domingo, 3 de enero de 2010

De un amigo el " BOTI " al cielo.Te llevaremos en el corazon


El 2010 no pudo tener un comienzo peor. Cuando sólo pasaban dos días desde que celebráramos la llegada del año nuevo, una terrible noticia nos sobrecoge y nos deja destrozados.

Amigos, compañeros y familiares se desplazaban hasta Museros, en esos momentos, pueblo sumiso en una enorme tristeza. Las caras de los allí presentes lo decía todo. Caras desencajadas, caras de ignorancia, miradas perdidas y un nudo en la garganta que tapábamos tras las bufandas empleadas para combatir el frío.

Esta tarde fría y húmeda, como la del 2 de enero del 2010, será recordada por muchos de nosotros, porque ese día se nos escapó alguien a quien queríamos, alguien que era especialista en darte mucho sin recibir nada a cambio.

Y es que “el Boti” era un tío muy querido. Duro de pelar y bruto, pero muy querido. Desde luego que no había otro como él. Pocas veces se mostró triste en público. Jamás dejó que nadie le pisoteara. Su amor propio y orgullo eran sus fieles aliados en el día a día. De ideas muy fijas, fue fiel seguidor del más que conocido “lo blanco es blanco, y lo negro negro”. Muy intolerante con lo que no le gustaba, se caracterizó por andar con las cosas claras, a pecho descubierto y la verdad por delante. Valores que tanto escasean en la sociedad hoy en día, eran intrínsecos en él.

De todos era conocida su pasión por los toros. Miembro de dos peñas taurinas y uno de los pilares claves en ellas. Ya tenía confeccionado los carteles para los festejos de abril y de agosto, y su ilusión podía medirse en quintales. Del 7 al 14 de Julio, era fijo a las 7 y media de la mañana en la Cuesta de Santo Domingo de Pamplona. Personalmente, encontrarse con “el Boti” a esas horas, en ese sitio, y dispuesto a lo que vas a hacer, era toda una alegría. Era capaz de templar, lo que uno sólo es incapaz.

Con todo esto, resulta que “el Boti” se ha ido. Se ha ido sin avisar, sin hacer ruido, de repente. Se va y nos deja un enorme vacío. Un vacío irreparable para su familia, amigos y compañeros. Y es que el tiempo no duerme los grandes dolores, pero si los adormece. Pusiste todos los ingredientes para que quererte fuera una tarea fácil. Sin embargo, olvidarte va a ser imposible.
Donde quiera que estés, descansa en paz, Boti


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